En el downtown de Atlanta,
junto al Georgia Aquarium se encuentra un lugar que superó todas mis
expectativas. El museo de la Coca-Cola. Y ahí es cuando usted Sr lector, se da
cuenta que ni siquiera la bebida más famosa en el mundo hace que no llegue la
siguiente duda a su cabeza “¿Qué tanto le pueden mostrar a uno allá dentro?”
La cuestión es que si, en
realidad tienen mucho para mostrar. Por
el relativamente económico precio, (si se compara con los otros museos), de 16
dólares, usted obtiene un día lleno de felicidad en forma de gas, sueños y
azúcar.
Lo primero que se ve
apenas abren las puertas del museo es una especie de Coca-Colas gigantes muy
bien adornadas, que también se disfrazan dependiendo la fecha y evento. Después
de ahí, entras finalmente a un lobby que muestra los mejores momentos de esta
industria a través de la historia, desde 1896 hasta el día de hoy. Es en este
lugar donde un guía aparecerá para dar un breve informe sobre qué ha
significado la marca y de que consta nuestra visita.
A continuación entras a
una especie de teatro donde veras una pequeña cinta sobre la Coca-Cola y las
emociones que despierta en nosotros sus consumidores. Pues en cuanto al film,
muy típico de Coca-Cola de esos que te aguan los ojos y hacen que te den ganas
de abrazar a tu mama. A partir de ahí eres libre de recorrer el museo a tu
antojo y la primera parada será en la bóveda donde supuestamente esta la
fórmula secreta de la Coca-Cola, (lo dudo mucho), ahí nos muestran como hizo el
creador para guardar por tanto tiempo su fórmula secreta y otra cantidad de
datos muy curiosos, como por ejemplo que solo 2 personas conocían la formula y
no se les permitía viajar juntos, ya que cada uno solo sabía la mitad de la
receta secreta.
La siguiente sala llamada
“Milestones of refreshment” se encarga de mostrar los inicios de la globalización
de la popular bebida, en esta habitación se destacan un carro de distribución
argentino de comienzos del siglo XX y las primeras máquinas dispensadoras. Al
lado de esa sala lo que sería una embotelladora de la bebida, mostrando todo el
proceso que recibe la bebida para finalmente llegar a nuestras manos.
En el segundo piso del
museo nos topamos con 4 salas más, la primera a visitar muestra el fanatismo
que existe por la marca, relata la historia del cambio de sabor en la Coca-Cola
en los 80 y como la presión del público hizo que volviera a su sabor original.
La segunda sala es un teatro 4D que para el que jamás ha ido a uno le parecerá
de lo más curioso y divertido posible, para el que ha tenido la posibilidad de
estar en cine 4D pues pasara como una experiencia de lo más normal de este
mundo.
Así mismo la sala número tres nos muestra las
propagandas más famosas que ha tenido Coca-Cola, como la de aquella máquina
expendedora del 2006, ¿la recuerdan? Finalmente en la última y para mi mejor
sala de todo el museo encontramos 5 máquinas dispensadoras cargadas con las 8
bebidas producidas por Coca-Cola más famosas de cada continente, entre las
cuales destaco y recomiendo mucho, la de piña de Grecia y la de kiwi con
manzana verde de Zimbabwe, de igual manera, les sugiero que se abstengan de
probar la bebida de Italia que cosa tan horrible!
Aquí el vídeo del comercial de la maquina expendedora de Coca-Cola.
¿Que si volvería a ir? Sin
duda alguna lo haría.
Víctor Castro…
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