En medio del gran revuelo
que están generando las películas de Avengers, Liga de la justicia y Deadpool
X-Force, me pareció prudente contar la historia de nuestra Liga de Libertadores
Sudamericanos para rendir homenaje a los
comics de este lado del mundo. Coquitoman, Micauro, Cisplatino,
Supercholita, Condorito, Mafalda, Copetín, Cumbe, Capitán Escudo y Supercholo
son algunos de los superhéroes latinoamericanos que conforman nuestra versión
criolla de un grupo de personajes que unen sus poderes para enfrentar las
terribles amenazas que ponen en peligro a nuestro continente.
A diferencia de sus pares de norte, ellos no prestan demasiada
atención al traje, capa, armadura, o pantalones ajustados. Nuestros
protagonistas con un presupuesto más limitado, usan vestuarios que incluyen
ruanas, ponchos, pantalones cortos, plumas y hasta poco flexibles vestidos. Sin
embargo, su diferencia en el vestuario no
se debe a falta de glamour, las condiciones atmosféricas Cuzqueñas y
Paceñas no permiten usar los mismos atuendos que la primavera Neoyorquina. Del
mismo modo, otros de los nuestros prefieren pasar desapercibidos para así poder combatir injusticias, abusos
políticos, inconformidades y falta esperanza.
Nuestros héroes son de orígenes
e historias variadas, pero cada uno cumple un papel fundamental en las
múltiples batallas que libra la Liga. Aunque para grandes cruzadas no dudan en
unir esfuerzos, ellos suelen trabajar sus misiones por parejas.
De un lado los más jóvenes
son los apoderados de inteligencia del grupo. Mafalda y Copetín suelen
esconder en la inocencia infantil, toda su capacidad intelectual para identificar,
investigar y denunciar a los enemigos de la justicia social. Mientras pasan desapercibidos
como dos niñitos inofensivos, usan sus conocimientos de la humanidad, la clase
media y la vida callejera para indagar toda la información que deben sacar. Como
dúo son sin duda los que mejor se complementan.

Lamentablemente, no todas
las parejas de la Liga tienen historias de entendimiento perfecto o romances clandestinos.
Coquitoman, activista anti-dengue, utilizaba
sus poderes para combatir a Micauro,
líder de ejércitos de mosquitos, que crearon esa enfermedad como mecanismo de
defensa contra la desforestación tropical. Solo tras la creación del grupo,
ambos pudieron entender los motivos de su contraparte. A pesar su historia
enfrentada, la diferencia de edad y de que todavía suelen chocar en sus métodos,
el destino los empareja en su lucha contra los enemigos reales.
Curiosamente, los más
parecidos a los superhéroes tradicionales, Capitán
Escudo y Cisplatino,
protagonizan los momentos de acción y destreza física de estas historias. Su
fuerza, sabiduría y experiencia en contra de los que pretenden tomar el control
de nuestros países los hace ideales para atender llamados en los se requiere
confrontación directa.
Por último, Cumbe y Condorito, que entre ellos no son una pareja fija como tal,
coinciden en ser los que le aportan la alegría al grupo. Sin dejar de participar
con sus habilidades particulares, estos dos, sea con chistes inesperados o
ritmos africanos, promueven siempre espacios que cortan la
tensión. Ambos se unen a cualquier pareja que requiera su colaboración, y en batalla suelen cumplir papeles distractores ante el adversario.
tensión. Ambos se unen a cualquier pareja que requiera su colaboración, y en batalla suelen cumplir papeles distractores ante el adversario.
Así como nuestros héroes
son más complejos que los gringos, también lo son nuestros enemigos. Nuestra realidad particular no nos permite
ocuparnos de invasiones extraterrestres o abruptos intentos de dominación global
con ayuda sobrenatural. Nuestros rivales
se encuentran en nuestro propio patio, intentado acabar con los recursos
naturales y desestabilizar nuestras raquíticas instituciones. Los tentáculos
negros se expanden por todas las clases y generan una profunda desunión. Por
eso la Liga sostiene luchas directas contra la pobreza, discriminación, acceso
a la salud, falta de educación y el narcotráfico. Al mismo tiempo que en el
frente derecho combate a la terrorífica organización tumba y compra gobiernos
de Odebrecht, en el izquierdo ayuda a resistir a los millones que sufren los
estragos del socialismo del siglo XXI.
La premisa del peligro se
replica igual que en los comics de Marvel y DC. Toda la vida pende de un hilo, mientras unos quieren protegerla, otros controlarla. La diferencia es que acá, es el
destino de Latinoamérica el que nunca había sido más incierto... ¿quién
ganará?
Biografías
de los personajes
***Oficialmente la Liga no
se unió todavía, pero podría pasar en cualquier momento. El
enemigo es real y la solución también. Estos son los héroes dibujados de nuestras
patrias, acá una breve reseña de las
historias reales de cada uno de ellos***
"Coquitoman",
es un personaje de cómic paraguayo
creado por Vidal González, que obtiene poderes y fuerza extraordinaria por la ingesta del tereré, la tradicional bebida de mate frío de ese país.
Este héroe Guaraní nació como parodia a héroes internacionales combatiendo el
crimen en Asunción, pero poco a poco se convirtió en un instrumento de concientización
de importantes temas de higiene en su país como la lucha del dengue.



“Copetín”, es el irónico gamín colombiano dibujado por Ernesto Franco que por muchos años desfiló por las páginas del diario El Tiempo. Este tierno, travieso, pecoso, simpático y de muy buen humor niño se pasea por las calles del centro de Bogotá en busca de risas y aventuras.
“Cisplatino”,
es un es un superhéroe del comic uruguayo
creado por Diego Tapié y Pablo Zignone. Su historia está invadida por la
mitología de la historia uruguaya, siendo el protagonista un ex Blandengue de
la época de Artigas nacido en 1795, cuyo cuerpo fue preservado en una cueva de
hielo por dos siglos. A su regreso enfrenta los retos naturales de ser de
pasado, y la agudización de varios de sus sentidos frente a enemigos de ambas épocas.

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