jueves, 21 de agosto de 2014

Medellín, una ciudad bien vendida - Aspecto Urbano (Opinión)

En estos días es muy frecuente escuchar de las múltiples maravillas que ofrece la capital de la montaña, la profunda admiración que despertaba a todos los visitantes colombianos por su organización y limpieza, ahora está escalando a fama internacional.
Recientemente dos de los diarios más importantes de Estados Unidos, El New York Times y el Washington Post, sacaron sendos artículos hablando de las numerosas bondades que ofrece la capital de Antioquia como destino turístico. Excitados por el antiguo pasado oscuro de la urbe, los medios norteamericanos resaltan la seguridad que tiene en la actualidad, alaban sus fiestas, su transporte y sus paisajes naturales, siempre agregándole a todo el fantasma de Escobar para enaltecer el misterio.

Motivado por la denominación de la ciudad más innovadora del mundo, y que estaban en época de ferias y fiestas, decidí irme una semana para recorrer sus calles e intentar descubrir el por qué de tanto alboroto.

Aeropuerto: Las primeras impresiones que me llevé no fueron las mejores, el aeropuerto es un poco viejo y el acceso a la cuidad desde la terminal aérea es algo caro, y sobretodo la vía de entrada es bastante angosta, para tratarse de la segunda ciudad más importante de Colombia. A su favor hay que decir que no es fácil construir una carretera amplia y segura, que baje por una montaña tan empinada como esa entre Rio Negro y Medellín.

Movilidad: Al recorrer el centro y la zona llana de la ciudad, percibí que es de esas que tienen excelente tránsito, su sistema de transporte público es admirable. Sumado al metro, funcionan integradamente los sistemas de Metrocable y Metroplus, que ofrecen alternativas por carreteras en lo plano y cables elevados en las montañas, para superar eficientemente los obstáculos geográficos que proponen esos terrenos antioqueños.

Como nota negativa noté que a pesar de su basta planeación e innovación, no han podido combatir un problema que se da en todas las ciudades, el aumento del flujo vehicular durante la ferias. La cantidad de turistas que llegaron desbordaban la capacidad vial y el tránsito, por carro o taxi, se hacía tedioso y por momentos imposible.

Belleza: Quizás el aspecto más flojo. Yo pensaba que sus calles eran mucho más bonitas, su centro no tiene mayor espacio histórico como si lo tienen Bogotá, Cartagena o Santa Marta.

Salvando las zonas de El Poblado y el sector Plaza Mayor-Pies Descalzos–Empresas Públicas, los edificios de Medellín me parecieron feos, muchos de ellos viejos -no en el buen sentido-, y muy apartados de lo que se vende en la previa.
Por último dos aspectos que tanto ayudan a la movilidad, le quitan cierta belleza al paisaje urbano. Las muchas autopistas elevadas afean las construcciones que quedan debajo o adyacentes a ellas; también permanecen en sus calles muchos buses que hace rato debieron ser jubilados y su presencia da cierto mal aspecto.

Lo bueno, por su geografía montañosa, la ciudad ofrece bellas panorámicas cuando uno se encuentra arriba de cualquier cerro. La belleza natural del parque Arví y sus pueblitos cercanos es sorpréndete.

Desarrollo: Sin duda su aspecto más destacado, no solo es la única ciudad de Colombia con metro, sino que además tiene ese sistema de Metrocable que combina una atracción turística con un medio de transporte efectivo, pensado para alcanzar zonas descuidadas.

Los centros comerciales son muy grandes y modernos, se puede encontrar todo tipo de actividades y sus locaciones avanzadas en la montaña, como en el Tesoro, le dan unas vistas impresionantes. Cabe destacar sus infraestructuras de parqueo, son muy modernas, ofrecen facilidades que nunca había visto y nuevamente impresiona que tengan 5 pisos para estacionar en medio de la inclinación de un cerro.
El Poblado, es lo mejor de Medellín, todo su espacio grita desarrollo económico, se ve la plata y se disfruta, es muy bonito. Allí mismo, el parque Lleras, un interesante espacio verde rodeado de la rumba, es una muestra perfecta de la zona, todo tipo de establecimientos nocturnos decorados de la manera más moderna/a la moda, (trendy), cool o retro posible, un espectáculo.

La otra área para destacar en desarrollo es la de la Plaza Mayor, el parque de los Pies Descalzos y el Edificio Inteligente de las Empresas Públicas de Medellín. Este quizás es todavía más admirable que El Poblado, ya que esa no es una zona de ricos sino que es un sector que nació del corazón de la ciudad gracias al esfuerzo de sus ciudadanos, sus dirigentes y sus empresas públicas. Es una bella zona que inspira la cultura innovadora de la que se habla en la ciudad de la eterna primavera. Estructuras modernas y bien mantenidas que están al alcance y al servicio de todos, sin duda un ejemplo.

Seguridad: Es una ciudad en la que sin necesidad de hacer desplazamientos tan largos se alcanza a ver la pobreza, a diferencia de otras ciudades turísticas, aquí no se desesperan por ocultarla, un aspecto que dice mucho y que parece bastante positivo. A pesar de esto, da mucha sensación de seguridad, en los lugares que se visitan hay suficiente presencia policial y sus eventos públicos de asistencia masiva transcurren sin inconvenientes de orden público.

Lo que me quedó: Como decía en el titulo Medellín me pareció una ciudad bien vendida, quizás en el artículo no lo dejo tan claro porque menciono las cosas muy buenas y las muy malas al azar, pero esa fue la impresión final que me dejó la urbe. No es lo que imaginé, o al menos no es completamente como te la venden, tiene cosas buenas, si, cosas muy buenas, no hay duda, sin embargo, quizás porque no tengo ese morbo por Pablo Escobar, no me impresionó tanto como a los medios del Estados Unidos. No me deslumbró como a muchos de mis compatriotas, me pareció un buen lugar con una excelente organización pero que no es tan bonito.

+ Su Gente: Este quizás sea el punto diferenciador que hace que Medellín se venda mejor de lo que realmente ofrece, los paisas son personas muy amables que procuran al máximo que tu estadía sea placentera. Siempre están al servicio del visitante, todos son muy trabajadores, tienen como principal política de ventas la buena atención al cliente y esto aplica tanto para las grandes empresas como para los vendedores informales.
Son gente con mucha cultura, más allá de su aprecio por las artes y distintos tipos de espectáculos, me tocó presenciar conciertos gratuitos con la presencia de grandes artistas en los que el comportamiento de la gente era ejemplar, no se presentaron desordenes ni peleas de borrachos, algo que en otras ciudades colombianas, francamente sería imposible.

Del aspecto físico sus habitantes no hace falta hablar, eso es tal cual como la fama que lo indica, si alguien va en búsqueda de pareja, definitivamente es buen lugar, lleno de gente abierta, sencilla y amable.

En Colombia ellos tienen fama de vivos, que te venden cualquier cosa, pues con su ciudad pasa lo mismo, cuentan con un buen material que han sabido administrar y cuidar perfectamente ellos mismos, por eso son capaces de venderla con tanto éxito.

Francisco Moreno...
...@franjavimoreno



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